A lo largo de su vida, los niños van desarrollando actividades mediante situaciones que los preparan y ayudan a desarrollar su personalidad.
Este aprendizaje personal va más allá que su formación académica.
El carácter de cada persona tiende a estar relacionado con algún tipo de comportamiento, desde que nacemos vamos aprendiendo y adquiriendo características psicológicas, entonces el carácter resulta de la cultura de cada persona de acuerdo a su evolución, educación, experiencias y el entorno donde se desarrollan.
Las actividades extraescolares pueden ayudar a que los niños desarrollen habilidades que reforzarán y potenciarán no sólo su aprendizaje en el colegio sino también nuevos conocimientos sobre sí mismos, su temperamento, carácter y seguridad. El desarrollo cognitivo de cada persona se forja por medio de nuevas experiencias y aprendizaje.
Las actividades extraescolares son también recomendadas por especialistas como psicólogos, ya que estas aportan cantidad de beneficios en la salud mental de los niños como por ejemplo: adquirir nuevas habilidades, impulsar su rendimiento académico, mejorar sus habilidades sociales, aumentar su autoestima, confianza y seguridad en sí mismo, aprender a gestionar su tiempo.
Al combinar actividades extraescolares que sean de tipo diversión o juegos con las que se enfocan en el aprendizaje podemos lograr más beneficios y cosas positivas para la personalidad de los niños, pero si se sobrecarga mucho su agenda podemos lograr el efecto contrario, ya que se genera un nivel de estrés infantil por no poder cumplir con todo a la vez.